CREER PARA VER

A lo largo de mi vida he vivido -como todo ser humano con varias décadas- muchas experiencias buenas, malas, regulares, positivas, negativas, neutras, etc.  Estas experiencias al paso del tiempo han ido adquiriendo otro matiz  que cuando las viví y hoy con toda honestidad puedo decirles, que aún cuando hubo muchas muy dolorosas, todas y cada una de ellas han sido una gran bendición porque me hicieron crecer como ser humano, ser una mejor persona, más humilde, más paciente, más comprensiva y más de muchas cosas.

Esto de “CREER PARA VER” lo escuché hace ya varios años, y si bien creí haberla entendido, en realidad distaba mucho de asimilarla verdaderamente en mi vida. Tuve que vivir las hieles del fracaso, de la depresión, de la enfermedad, del conflicto, de la frustración, de la desesperación misma, para verdaderamente fundirla con mi ser y comprender desde lo más profundo lo que en realidad significa esa frase.

En mi temprana juventud  con toda la ingenuidad posible creía cualquier cosa, en cualquier persona, siempre confiando en que todo iría bien, nunca albergando pensamientos negativos ni dudas de poder ser o hacer lo que quería. Al paso del tiempo, con el transcurso de los años y las experiencias no agradables la vida me golpeó y me fui haciendo menos confiada, empecé a dudar, empecé a tener miedo de la vida misma y eso amigos tuvo sus consecuencias en todos los aspectos de mi vida.

Desde siempre yo había dicho “Yo nací con estrella, siempre estoy en el momento correcto, en el lugar correcto, con la gente correcta”, y eso obviamente se veía reflejado en mis éxitos personales y profesionales, siempre lograba lo que quería.

Hasta que empecé a no estar feliz con mi situación por alguna razón que desconocía- hoy sé que lo tenía vivir- y empecé a buscar cambios por las razones equivocadas, por evitar lo que no quería en lugar de enfocarme en lo que quería.

Al buscar los cambios por las razones equivocadas, no tuve éxito en ello, hasta que empecé a entender como funcionaba la manifestación de las cosas, pero fui lenta para aprender los fundamentos y sobre todo aplicarlos a mi vida para lograr mis objetivos.

Mis experiencias de 8 años para acá han sido como una montaña rusa, cargada de emociones de toda índole. Aún habiendo entendido algunas leyes de la vida, aún con eso, seguía cometiendo los mismos errores, al grado que dejé de creer en mi misma, de creer en mis sueños, me dejé abatir por la desilusión, la frustración y me olvidé de mi misma.

Aveces – sino es que siempre- hay que tocar fondo para hacer un cambio verdadero, y yo no fuí la excepción. Pero como buena terca, no pedía ayuda, hasta que decidí hacerlo y eso hizo un cambio en mi vida. Empecé a comprender lo que había vivido, me dejé de culpar, me perdoné, me reconcilié conmigo misma y volví a creer que es posible vivir la vida de mis sueños, y lo más impactante fue darme cuenta que ya le estaba viviendo desde hace mucho tiempo y no me había dado cuenta de ello por estar pensando en lo que seguía, en el futuro.

Hoy creo  firmemente que la vida está hecha para amarnos, para ser felices, para ser prósperos y abundantes y vivir con propósito, con significado.

Y si lo creo lo veo, si crees que es posible, cualquier cosa que se te ocurra, ASI ES. Muchas veces nos enseñan lo contrario, ver para creer, pero yo te digo que es completamente al revés, CREER que es posible vivir la vida que quieres en lo físico, mental, emocional, espiritual, financiero, social te hará VER la realidad que deseas. CREER PARA VER!!!

Vive con Pasión!!!!

Sandra Peniche