Quienes vivimos en México en los lugares donde los sismos de este mes tuvieron un efecto desastroso, estamos tratando de retomar nuestra vida, de volver a la normalidad, aunque a estas alturas ¿qué es lo normal? no podemos pretender que no pasa nada, pero tampoco podemos estacionarnos en el drama y dejar de vivir. Continúa la vida, pero no igual que siempre, en donde la norma es enfocarse en ganar más dinero, comprar artículos que nos dan placer u obtener cualquier cosa que tenemos en mente, en pocas palabras de vivir hacia afuera, de no aprender las lecciones tan valiosas que la vida nos está dando.

Es tiempo de darle la oportunidad a tu verdadero ser de expresarse y dejarlo en libertad de ser quien rija tu vida y tus decisiones. Es tiempo de ir hacia dentro, conocerte más a ti misma y partiendo de ahí, vivir la vida.

Es tiempo de una verdadera revisión a los cimientos en los que hemos fundamentado nuestra vida. Los acontecimientos de la seamana pasada en mi amado país y todo lo que ha estado sacudiento al mundo, es un llamado a revisar muy bien en nuestro interior, en las profundidades de tu ser, cuáles son esas partes podridas, descompuestas en nuestra vida que es imperativo cambiar a la voz de ya.

Desde hace semanas he venido hablando de soltar lo que no te sirve, de dejar ir. Hay que hacer un exámen de conciencia con total honestidad para realmente deshacernos de todo lo que perturba nuestra integridad en todo sentido.

Es momento de renovación, de elevar nuestra conciencia. Esto es un llamado a la transformación interior, a aprender de las experiencias en lugar de lamentarnos continuamente.

Las maneras que tiene la vida de llevarnos al entendimiento son muchas veces incomprensibles para nuestro limitado ego. Pero si aprendes la lección, ganas mucho.

Cuando hagas este trabajo profundo de reflexión y realices un cambio verdadero en los fundamentos de tu vida, te sentirás mucho mejor, en paz, agradecida.

Este no es un momento de lucha, sino de fluir, de guardar la calma, de ser pacientes. Dejar de enrolarnos en el caos y el drama, para mantenernos en nuestro centro armónico ayuda más elevando la energía positiva a nuestro alrededor.

No nos dejemos llevar por la apariencia, en la verdad de quien en realidad somos, solo es bien es real, y como dice Un Curso de Milagros: «nada real puede ser amenazado».

La certeza hay que buscarla en nuestro interior, no en el mundo exterior. Cuando hagas cambios verdaderos verás cambios incluso en tu círculo de amistades, poco a poco te irás rodeando de gente que está en tu mismo canal.

Nunca comprometas tus valores e integridad para pertenecer a un grupo. Hay una tribu de gente como tu que te está esperando con los brazos abiertos, solo tienes que ser tu,  auténticamente, con una conciencia plena y amorosa.

Vive con Alegría

Sandra